Embalse de Alloz
Navarra
Descubre el paisaje y el entorno natural
El Embalse de Alloz, construido en 1930 en el cauce del río Salado, se extiende a lo largo de unas 930 hectáreas de aguas azul turquesa rodeadas de quejigales, pastizales y pinos.
Situado entre los valles de Yerri y Guesálaz, es uno de los espacios naturales más emblemáticos de Tierra Estella, a apenas 15 minutos de Estella y 20 de Pamplona. El embalse de Alloz cuenta con dos zonas acondicionadas de baño, la Bahía de Lerate y la Bahía de Ugar, las cuales ofrecen, zonas de aparcamiento reguladas con servicios, merenderos, zonas de baño, embarcaderos para navegación sin motor y deportes acuáticos varios, zonas de pesca, etc. El entorno destaca por su valor paisajístico, sus aguas de color turquesa y la cercanía al Parque natural de Urbasa-Andia, además de ser un embalse navegable donde se encuentra la Escuela Navarra de Vela.
En primavera y verano, te atraerá tanto por su belleza como por la serenidad que lo envuelve; en otoño e invierno cambia de color y actitud, ofreciendo una cara distinta con cada estación.
Actividades para todos los públicos
Alloz es un destino ideal para los amantes de la naturaleza y el deporte. La Escuela
Navarra de Vela ofrece una gran oferta acuático deportiva. Puedes alquilar piraguas, tablas de paddle/sup y pequeñas embarcaciones de vela; también se ofrecen cursos de surf, windsurf y yoga sobre tabla. Para los que prefieren tierra firme, existe una ruta ecológica ciclable perimetral de unos 31km, 31 km, la cual bordea todo el embalse y conecta los pueblos del Valle de Yerri y Guesalaz como Lerate, Úgar o Muzqui, Villanueva de Yerri, Muzqui, Irurre, Ugar y Estenoz entre otros con miradores paisajísticos. Además, la cola del pantano es un punto popular para la pesca de la trucha, barbo y carpa.
En verano podrás darte un baño en zonas acondicionadas como Lerate y Úgar (previa reserva).
Cultura, gastronomía y escapada rural
Desde el camping Aritzaleku (en Lerate) se organizan actividades guiadas y eco-experiencias que incluyen paseos en barco, sup-yoga, kayak e incluso parapente con cata de productos locales. La zona cuenta con alojamientos rurales, casas y pequeños restaurantes, perfectos para completar la experiencia: visita productos artesanos, queserías y bodegas junto con joyas culturales como el Monasterio cisterciense de Iranzu, un imponente conjunto medieval enclavado en un valle boscoso que transmite paz e historia. También puedes acercarte al Monasterio de Alloz (trapense) o descubrir el cercano Museo al aire libre de Irurre, en honor al escultor belga Henri Lenaerts.
Una caminata por las praderas de Alloz: calma, senderos y cielo abierto Hay lugares que no necesitan palabras grandilocuentes. Lugares que, con solo llegar, ya te invitan a bajar el ritmo, respirar hondo y dejarte llevar. Uno de ellos es el entorno del Embalse de Alloz, en el corazón de Navarra. Hoy te proponemos algo sencillo pero inolvidable: una caminata por sus praderas.
Entre agua turquesa y colinas verdes
El embalse de Alloz es conocido por su color —un azul intenso con destellos esmeralda— y por sus playas tranquilas. Pero basta con alejarse unos pasos de la orilla para descubrir algo aún más especial: las praderas que rodean el embalse, donde se mezclan hierbas altas, flores silvestres y el rumor constante del viento entre los árboles.
Desde el área de Lerate o Úgar, parten varios caminos que, sin ser rutas oficiales, serpentean entre campos abiertos y pequeñas lomas. Son trayectos suaves, sin dificultad, ideales para ir en familia, caminar sin prisas o simplemente sentarte a mirar el cielo.
Un paseo que invita a parar
Durante la caminata, es fácil encontrar lugares donde hacer una pausa. Algunos bancos de piedra, alguna sombra bajo un quejigo, una vista inesperada del agua entre las ramas. Si vas en primavera o en verano, verás cómo las praderas se llenan de mariposas, saltamontes y colores nuevos. Si vas en otoño, el tono del paisaje cambia: el aire se vuelve más fresco y los colores, más intensos.
Y siempre, en cualquier estación, te acompaña esa sensación de estar en un lugar que respira paz.
Una oportunidad para jugar con el entorno
Además, si formas parte de la experiencia de Embalse Aventura, tu paseo puede convertirse en una misión. Las praderas de Alloz son escenario de algunas pistas escondidas, pequeños retos y mensajes secretos que conectan con la historia y la leyenda del embalse. Caminar ya no es solo caminar: es buscar, explorar, descubrir.
Porque en Alloz, cada paso cuenta. Y cada mirada tiene algo nuevo que ofrecer.
Conecta con Turembalses
Embárcate en la experiencia de Turembalses Alloz: explora su orilla, descubre pistas en Lerate o Úgar, y acepta un reto donde naturaleza y gamificación se mezclan. Un viaje pensado para quienes buscan aventura y conexión con el entorno: tu misión espera.
¿Preparado/a para romper el hielo y sumergirte en la historia del pantano?
Más información sobre el Embalse de Alloz, pincha aquí.